"Cada uno de nosotros que trabaja en educación ha aprendido
en la práctica que muchas cosas pueden ser extraídas del patrimonio cultural, muchas
de teorías y experiencias, muchas de la literatura, del arte, de la economía,
de la investigación científica y tecnológica. Pero muchas cosas nacen por
intuición, por gusto, por ética, elección de valores, por razones y
oportunidades, que en parte controlamos y en parte son sugeridas por nuestro
propio oficio de vida" ( Loris Malaguzzi)
La tarea y rol del docente es altamente elevado.
Docente, alumno y conocimiento forman el triángulo que es a la
vez “corazón” del sistema educativo.
Pero no lo puede ser aisladamente. El docente debe trabajar en
comunión con otros si desea obtener frutos de su trabajo.
Y aquí aparece como fundamental la recuperación desde ámbitos como
la escuela, del sentimiento de
unidad.
Unidad como “ser uno con los otros y por los otros” que hemos
civilizatoriamente perdido. Pero es imposible recuperar dicho sentimiento si no
se tienden puentes vinculantes entre las personas, que las unan.
Esos puentes deben ser construidos con acciones conjuntas.
El hacer colectivo es altamente vinculante y forjador
de saberes fundamentados. Construye nuevos sentidos sociales y transforma la
realidad.
Nada mejor para un sistema de dominación de unos por otros que
lograr aislar a la gente, cercarla en un sistema de inseguridades –miedo a ser
castigado con el desempleo, miedo a la perdida de jubilación o de una
“categoría” social que costó tantos años conseguir, miedo a ser víctima de una
injusticia, miedo y más miedo- .
Una cosa parece demostrarnos la historia: la mente dominante es fuertemente
perversa y no hace pactos con sus dominados. Todos los “beneficios” que les
otorga apuntan a tenerlos bajo control. Y ya sabemos que eso puede ocurrir
desde sistemas políticos de derecha, de izquierda y también bajo regímenes de
fuerte tenor religioso.
Desde el mundo del conocimiento también hemos presenciado
tiranías: tiranía de ciertas teorías –que se vuelven casi dogmas muy difíciles
de cuestionar, más allá aún de lo que sus propios mentores hayan podido
pretender- . Freud, Darwin, Marx, son solo algunos ejemplos.
Tendremos que comenzar a considerar que enfocar con una sola
mirada ese enorme holograma que parece ser la realidad, limitará
su conocimiento profundo.
Que la razón no es el único camino de acceso al conocimiento.
Que el camino lineal no es necesariamente el mejor.
Que no hay quizás “un solo camino” a la verdad.
Que la suma de visiones nos puede dar una imagen mas acabada de
la verdad.
Que la intuición ha sido la fuente de acceso a una “alta lógica”
que se nos está escapando y a la que es necesario acceder hoy si queremos
recomponer las cosas y construir un mundo mas justo.
Tendremos que comenzar a considerarlo.
Juntos.
En soledad hay velos y engaños que no se pueden evitar.