15 octubre, 2009

VOCATIVO


Oleo de Isabel Guerra

A mi alumno

Tengo y sé que tienes tus propios límites. Mi preocupación será conocer los tuyos.
Para bien de ambos hallaré el modo de señalártelos amorosamente.
¡Quiera Dios que los míos no te perjudiquen!
¿Te he exigido silencio?, me equivoqué… En las aulas cada silencio es un barrote.
Hoy me urge alcanzar el meollo de tu silencio, porque necesito de tu voz para ayudarte
¡No te apagues, por favor! o el aburrimiento nos violentará a los dos.
Seremos cuidadosos al nombrar las cosas y los seres…
Los nombres pueden ser nidos o jaulas.
En todos los casos determinan nuestro vuelo y la envergadura de nuestras alas.
Seremos cuidadosos al nombrarnos.
Un entrañable maestro me enseñó que los seres humanos no tenemos solo espacio
a nuestro alrededor, tenemos “mundo”
Las palabras son el vehículo que nos emplaza en él
La linterna, a veces mágica, a veces maldita que lo ilumina.
Porque, ¡cómo encandilan algunas palabras!, ¡Como hieren de luz o de tinieblas otras!,
¡Que bien encienden las siluetas de los seres unas!
¡Cuánto alientan a conocer el mundo otras!
Seremos cuidadosos al nombrar el mundo. Así estaremos re-encantándolo.
¡No hagas silencio por favor!, ya no calles. Necesito de tu voz para mapear tu mundo
Mapa con el que luego, podamos juntos, vadear el rio, sortear el pozo, alcanzar los valles.
Y ahora callo yo, pero alerto mis sentidos, para que hables…


Helvia María Cesario




2 comentarios:

  1. Que hermosas palabras!!!
    Quién las escribió?
    Saludos a todos

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  2. Hola Marité, gracias por tu comentario, los versos pertenecen a Helvia María Cesario, autora de este sitio. Abrazos!

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